HIMNO A LA ALEGRÍA- De la 9º sinfonía de Beethoven.


En alguna parte de la existencia misma, un retrato de nosotros se está pintando desde los recuerdos que emergen al sonido excelso de una melodía inolvidable, la fantasía de haber pertenecido a un lejano mundo armonioso que existió a pesar de todo, nos hace crecer la esperanza de entendernos un poquito mejor. 

La música la comprendimos desde la infancia, allá en la escuela nacional nº 117 de Calchaquí.  Sí, había un piano, una maestra de música, un hacernos sentir que todos poseíamos esa sensibilidad para captar sonidos. Sé que éramos pequeños, teníamos la edad de los cuentos de hadas, donde solíamos volar y tocar las estrellas; creo que hoy a la distancia, comprendo porqué el sonido de una canción de cuna nos calmaba y adormecía. Pero esta clase de música solo puede convertir a una roca en algo etéreo y emocionar de acuerdo a la recepción que tengamos para apreciarla. Solo eso, sentir.

Que lo disfruten, déjense llevar, nadie es crítico. Ni siquiera un "me gusta" hará el acto de magia necesario para su descripción.

Tengan una bonita jornada amigos. Y vivan, de eso se trata.

Un abrazo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

En las aulas de otros tiempos.

Recordando: El patio de las glicinas

Para leer y disfrutar.