Lo que el tiempo se llevó.

Hoy es tiempo de abandonar la nave de los recuerdos y dejarlos ir hacia el país de lo que fue. Nuevo siglo; las expectativas aumentan con la demografía y algunos misterios se develan. Pero hace mucho, mucho deambular de soles por los cielos, una geografía de colores se mezclaban ante el asombro de la belleza y la magia que nos presentaban descubrimientos increíbles, nos hacían sentir los más poderosos de la creación misma. La evolución, el perfeccionamiento de las tecnologías, el tenerlo casi todo al alcance de los ojos... sin embargo aun creemos en las historias románticas y con finales tristes de las historias de William Shakespeare
¿Recuerdan a Romeo y Julieta? Seguramente que sí. Entonces podrían quedarse algunos hechos actuales como recordatorios de lo que hoy somos para los futuros jóvenes que viven con tanta rapidez que no recuerdan su infancia. 

Hoy no se enfrentan familias contra otras, como en la novela, el enfrentamiento está dentro de cada uno y es tan difícil darse cuenta para muchos, y se pierden el momento justo de conocer la oportunidad de ser feliz. Porque ésta amigo, la felicidad radica aquí: en el pensamiento, donde se le da la forma que deseamos que tenga, que dure todo el tiempo que queramos, si la perdemos, no debemos titubear en buscarla, recuerden que la pista está dentro, no en el exterior y se la llevó otro.
Algún día les contaré quién fue "El señor otro". En estos momentos, mi mente se dispersa entre tantos hechos simultáneos y desagradables, que trato de ordenarlos cuidadosamente dentro del espacio que me regala el tiempo, porque pronto todo será un retrato olvidado.
Les deseo una excelente jornada.

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