Final de vacaciones
Aquel día sería diferente; mes de Marzo de un año cualquiera. El otoño estaba cerca y se sentía el aire fresco, apenas iluminado por los rayos del sol cada vez más lento en aparecer. Siempre pensé que en esa época del año sus primeras canas, (la del sol claro) saldrían de a poco, algo así como pequeños rayitos de luz de luna que se hubieran asido a él durante la noche y proseguir brillando en el día. Pensamientos de niña de doce años, faltaba poquito para los trece. En la casa todo era movimiento, mi mamá dando órdenes, al tiempo que me preguntaba: -¿Estás lista?- dije -¡Sí!- Subimos al coche que nos esperaba después de haber cargado maletas y otras cosas más; “Las necesarias”, habría dicho mi madre. Hicimos un viaje relativamente corto por autopista, me entretuve mirando todo el paisaje que iba pasando rápido, tanto, que por momentos no alcanzaba a retener las imágenes. De cualquier modo iba muy callada, sumida en mi estado natural, ejercer pensamientos profundos… Ingresa